El Mesomorfismo como Ejercicio Físico Obsesivo: La Vigorexia.

EL MESOMORFISMO COMO EJERCICIO FÍSICO OBSESIVO: LA VIGOREXIA

En la sociedad actual existe una creciente preocupación por el culto al cuerpo, llegando a ser tan obsesiva que incluso ya existen autores que la denominan como “la nueva psico-patología del siglo XXI” (Fanjul, 2008). Este problema afecta tanto a hombres como a mujeres. En los primeros el estereotipo transmitido por los medios de comunicación crea una imagen de fuerza y potencia (mesomorfo), mientras que en las mujeres refleja un modelo delgado y definido (hectomórfico).

No “verse bien” afecta en gran medida a la autoestima, y esta visión hedonística condiciona la forma de afrontar la vida, haciendo disminuir la propia percepción de cada persona. Es entonces cuando emerge esta obsesión por conseguir el cuerpo “perfecto”, aquel que se nos muestra en la televisión y las revistas.

Podríamos pues otorgar gran parte de culpabilidad a la creciente influencia de los medios de comunicación sobre nuestras vidas. Incluso podríamos afirmar sin exagerar que entre las ideologías que rodean la sociedad actual existe una (muy extendida) a la que podríamos denominar “de culto al cuerpo”. Y los pilares que sustentan esta nueva corriente son el mesomorfismo, la vigorexia y el ejercicio físico obsesivo.

Y nosotros, como futuros licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, ¿qué deberíamos hacer? ¿Hacía donde deberíamos dirigir nuestros esfuerzos? Tenemos que concienciarnos y concienciar de que se trata de un problema actual muy extendido, con efectos negativos, tanto físicos como psicológicos y sociales. Tanto en gimnasios, como en escuelas, equipos deportivos, etc., debemos educar a las personas con el fin de evitar futuros trastornos. Y también saber identificar los casos en los que se producen estos problemas para ayudar en la medida de lo posible

A continuación adjuntamos una entrevista que hemos realizado a un joven de 22 años, cercano a uno de nosotros, en la que se puede observar una clara obsesión por su cuerpo. Nos ha parecido un claro ejemplo de lo que hemos comentado anteriormente.

P: ¿Desde cuándo practicas deporte?

R: Desde que tenía 4 años.

P: ¿Cuantas horas practicas deporte al día? ¿Y cuántos días?

R: Practico como mucho 150' (2:30 hrs.) Todos los días de la semana, los domingos a veces.

P: ¿Te parecen suficientes o te gustaría hacer más?

R: Esta bien, solo me gustaría que hubiesen mas días de descanso

P: Aparte de practicar deporte, ¿haces dieta o más cosas para mejorar el aspecto de tu cuerpo?

R: No sigo una dieta estricta, pero sí que evito muchas cosas como por ejemplo bollería, dulces… Suelo comer muchos hidratos de carbono por las mañanas y proteínas por la noche, aparte tomo batidos de proteína después de entrenar.

P: ¿Te frustra no poder practicar deporte por causas como lesiones, falta de tiempo, de lugar etc.? ¿O lo asumes bien?

R: Me frustra y ¡MUCHO! si me lesiono me jode, ya que te has esforzado bastante para que luego se vaya todo al carajo por culpa de una lesión. Y sí, el tiempo es lo que más me jode, no tengo tiempo para nada ya que el trabajo me ocupa la mayor parte del día, así que busco los ratos libres (inclusive las horas de comer) para entrenar. Soy de los que está a favor de que el día debiera de tener más de 24 horas.

R: “Me piro a entrenar, por culpa de esta entrevista me quitas horas de entrenamiento, joer... las tendré que robar de mis horas de dormir (y son pocas).”

Empezamos, por tanto, desde este momento y con este artículo la tarea de concienciación.